El día de ayer fuimos testigos de la prueba irrefutable de ello.

La tarde de ayer Barcelona fue a devolver la visita al Chelsea de Londres dirigido por el veterano lobo de mar Guss Hiddink partido que prometía ser un choque de trenes y que a mi parecer por parte de Chelsea quedó a deber por su postura ultra defensiva, vimos a un Barcelona insicivo, agresivo y terco a la ofensiva toparse en el primer partido con una defensiva aglomerada en el fondo, que defendió a muerte el cero y las cosas les salieron bien pues se llevaron a casa el empate sin goles, sin embargo esperabamos ver otro partido en el estadio de Stamford Bridge, mas no fue así. Un oportunista Chelsea que se topó con un golazo de Micheal Essien y se volvió a tirar a defender a muerte el marcador favorable, esperando el pitazo final pero no contaban con la mala fortuna de toparse con un arbitro que no supó cargar con el peso de un partido de esta envergadura, y a base de tenacidad Barcelona consiguio el gol que a la larga daría la calificación al cuadro catalán a la final soñada.

Sólo ha pasado un día y ya escuchado comentarios acerca de lo que en el papel pudiera parecer no sólo una injusticia sino "un robo", pues el arbitro sueco Tom Hennings pitó muy mal y pasó por alto faltas que debieron ser marcadas como penaltis a favor de los blues; pero me pregunto, qué tan culpable es Barcelona de los errores del arbitro, me parece que lo que sucedió no debe restarle méritos a un equipo que a lo largo de la competición europea y en su propia liga ha jugado un gran futbol pero sobre todo con una propuesta ofensiva, con un Lionel Messi jugando en plan de crack, un Samuel Eto'o que resurgió el la escuadra culé para bien y un Thierry Henry que poco a poco toma más forma y encaminado a ser figura en la entidad catalana, eso por mencionar sólo al tridente ofensivo por excelencia, pero no podemos dejar de resaltar el gran trabajo de la plantilla completa, Desde Víctor Valdés, pasando por Carles Puyol, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Dani Alves, y un larguisimo etc.

En conclusión pienso que a pesar de la manera polémica en la que se calificó Barcelona es justo finalista, que entre el futbol y la justicia no hay parentesco, más sin embargo, e este caso creo sinceramente que no ganó quien hizo los goles sino quien mereció ganar. Veremos que sucede en el Estadio Olimpico de Roma, el día 27 de mayo, la última palabra la tiene como siempre el caprichoso señor futbol.

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En el futbol no existen verdades absolutas sólo relativas...

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