La noche de mañana, miércoles 18 de agosto de 2010, podría ser recordada como la noche en la que el futbol mexicano, el de los altibajos, el de las incongruencias, el de la federación torpe, insana y habilona, pero sobre todo el del 'ya merito', déje atrás sus infructíferos intentos de coronarse y pasar de dar grandes partidos a dar grandes glorias a su gente. Mañana es el día en el que un cuadro mexicano, y no sólo mexicano sino mexicanisimo podría regalarle a esta nación su primera Copa Libertadores de América; la noche de mañana se juega la vuelta de la más prestigiosa copa de este continente, mañana podría ser buen tiempo para saldar viejas deudas no sólo futbolísticas, sino deudas de honor, mañana podría ser el día en que los mexicanos le digan a Conmebol y a las federaciones que siempre nos mal ven como un país inferior futbolísticamente hablando, pero que al mismo tiempo ponen todo tipo de excusas para amarrase el dedo en lo que pudiese ser un traspie de sus clubes al jugar en suelo mexicano, ya no más; el día de mañana al jugarse la final de vuelta en el estadio Beira-Río de Porto Alegre, podría Chivas por fin enterrar a los muchos fantasmas que siempre rondan el entorno futbolístico mexicano y acabar con las amarguras que significan esta clase de partidos para cuadros aztecas, ¿qué si se puede?, claro que se puede, hace algunos años Cruz Azul con las mismas adversidades, en una cancha igual o incluso más difícil contra un equipo igual o mejor y sí, también igual o más marullero, se quedo a muy pero muy poco de lograrlo, se quedo a 5 centímetros de mentalidad, se quedo a 1 kilogramo de deseo y a 11 pasos de suerte de logralo.
Quien ha jugado Silent Hill sabe de la pesadumbre que es navegar entre dimensiones paralelas, la incertidumbre que significa el simple hecho de abir una puerta y no saber que nos espera al cruzar el umbral; ayer tuve la oportunidad de ver una película cuya trama viaja en esos rúbros, Dark Floors (2008), de Pete Riski, es una producción finlandesa de terror cuya trama se centra en un padre tratando de proteger a su pequeña hija aparentemente autista, y digo aparentemente por que esta como muchas otras quedan volando, de algo que los acecha después de quedar atrapados en el elevador de el hospital donde la pequeña es tratada y al salir se encuentrán con un lugar oscuro y viejo aparentemente una dimensión paralela. Mientras que el papel de los personajes son demasiado ambiguos, la atmósfera no termina de ser lo lúgubre que busca desde un principio, la historia tiene demasiados recobecos que terminan por nunca ser saldados lo cual termina por ser una experiencia frustrante pues el mismo rol de los personajes busca ser muy espécifico y termina por ser nada más que pretencioso, con una clara reminiscencia a Frágiles (2004), de Jaume Baláguero (la cual recomeindo ampliamente), Dark Floors es sólo recomdale se te gusta el cine de sustos repentinos pero con absolutamente nada sobresaliente en la historia ni en las actuaciones.
Todos tenemos secretos; bajo esta premisa Lake Mungo (2008) desarolla una trama que mantiene un perfil bajo a lo largo de la historia, esta película está escrita y dirigida por el australiano Joel Andersson, quién se encarga de llevar al espectador por un viaje un tanto lento, sin llegar a ser aburrido, a pesar que historia sufre altibajos esta contada de una manera muy amena y es de estás cintas que te ponen un poco a trabajar la ardilla al terminar de verlas, la trama gira al rededor de una familia compuesta por dos padres y un hijo varón los cuales han perdido a su hija, Alice (interpretada por la guapisima Talia Zucker), quien parece no haberse ido del todo y parece que hay algo que quiere que sus padres sepan; la historia suena un poco trillada al grado de leerse como el trípico churro holliwoodense del fantasma que asusta a su familia mientas que su comentido es decirle a su familia quien la/lo mató, más sin embargo no es así, se trata de una película bastante llevadera que en alguna ocasión te causara algún sobresalto y que por encima de todo vence los estereotipos pues también fue parte del After Dark Horror Ferstival, del cual regularmente salen churros infumables, Lake Mungo es una buena película que puede clasificarse como de terror sobrenatural.
Y para finalizar y terminar el fin de semana con una película bastante light, te recomiendo Our Family Wedding (2010), una comedia romántica que cuenta nada más y nada menos que con actuaciones como la del gigante Forest Withaker es un papel bastante desenfadado y de América Ferrara (la otrora Betty de Ugly Betty), que trata sobre la etapa previa a la boda de Marcus (Lance Gross) y Lucía Ramírez (Ferrara) y todos los problemas a los que deben enfrentarse debido a las diferentes culturas familiares sino por el mal comienzo que tienen las misma al conocerse; definitivamente te hará sonreir al dejar de lado las tramas complejas y centrase en una mera comedia romántica que termina siendo bastante respetable.
Definitivamente este fin de semana en el que se exhiben películas tan Hollywood (lease churros) como Salt, Como Perros y Gatos 2, El Aprendiz de Brujo; y si ya vsite El Origen, Mi Villano Favorito, y Los Indestructibles, bajate las películas que te recomiendo y encierrate el domingo a ver cine fuera de los comercial (lease malisisisimo, lease Salt).
Feliz fin de semana.